sábado, 21 de mayo de 2016

NIETO ARTETA, L. E. (1983). DESARROLLO HISTÓRICO DE LA ECONOMÍA NACIONAL EN “ECONOMÍA Y CULTURA EN LA HISTORIA DE COLOMBIA”. BOGOTÁ: EL ÁNCORA EDITORIALES, PP. 218-244. Angela Murillo - Catalina Monsalve

Universidad Nacional de Colombia
Asignatura Problemática Social Colombiana
Estudiantes Catalina Monsalve Arango y Angela M. Murillo Hernández
8 de marzo de 2016
RESAÑA
NIETO ARTETA, L. E. (1983). DESARROLLO HISTÓRICO DE LA ECONOMÍA NACIONAL EN “ECONOMÍA Y CULTURA EN LA HISTORIA DE COLOMBIA”. BOGOTÁ: EL ÁNCORA EDITORIALES, PP. 218-244.
Samper escribe: “En Colombia (…), era preciso que los colonizadores no fueran los gobiernos (que no saben ni pueden crear por lo común, sino reglamentar y regularizar lo creado), sino los individuos, obrando libremente cada cual según su inspiración, durante un largo periodo, hasta que el conjunto de esfuerzos individuales hubiese fundado cultivos y trabajos mineros, artes, comercio, especulaciones, aldeas y ciudades; haciendo surgir un pueblo”. L. Nieto Arteta. (1983). Economía y cultura en la historia de Colombia.  PP. 225
A diferencia de Norteamérica, que fue colonizada, América del sur fue conquistada. Entre éstas hubo gran divergencia en los aspectos políticos y religiosos, y la falta de libertad de culto y de actuación de la segunda, resultó en falta de autonomía emprendedora.
Éste fue el fenómeno que se inició en la colonización española. El gobierno se apropió de todo lo que no destruyó, suprimiendo toda iniciativa individual, o acción espontánea de las masas. La ridícula encomienda instituida en varias zonas conquistadas (aisladas entre sí por falta de comunicaciones) era manejada por un encomendero que representaban a la autoridad, con la posesión de poder político y territorial, y no a las poblaciones (la cual se supone era su función). Más tarde los criollos quisieron que se les otorgara títulos y cargo por su avaricia y vanidad. Mientras ellos vivían cómodamente, las poblaciones nativas sufrían y vivían bajo su dominio, en un estado de abnegación constante, sin personalidad alguna. De ese modo la autoridad se volvía infalible; de ella emanaba todo, y las poblaciones se acostumbraron a no tener conciencia, opinión ni elección alguna.
En otras palabras era preciso que los “colonizadores” de la que es actualmente Colombia no se hubiesen caracterizado por el fanatismo religioso, la extrema codicia, el ansia de dominación, de destrucción, y un espíritu despilfarrador. Y así tal vez, en épocas de la colonia, no hubiera habido una manipulación negativa en cuanto a la dirección del desarrollo económico de la nueva granada. Pues gracias a esta cultura impuesta solo se dio una alta explotación minera y de los suelos (también en gran medida por medio de la agricultura), pero no se permitió el desarrollo industrial, promoviendo el atraso y la limitación del desarrollo económico, del que aun llegan a ser testigos los colombianos.
¿Realmente han avanzado significativamente las condiciones laborales y de pensamiento económico desde la época de la colonia hasta hoy día?

¿Podría decirse que se le otorgó desde el principio un papel de subalternidad a la mayor parte de la población colombiana gracias al desarrollo y acondicionamiento de la colonización española?

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