La modernización inconclusa, Consuelo
Corredor Martínez.
Camilo Piñeros Torres
Juan Carlos Sierra Gómez
Con la crisis, esta problemática se ha
convertido en un verdadero desafío tanto para los sectores que ven amenazado su
orden de privilegios, como para quienes aspiramos a un orden basado en una
mayor justicia e igualdad (Corredor Martínez, p.17)
Hay en éste enunciado una serie de
‘personajes’ y de ‘intenciones’; de una parte están quienes saben que tienen
aún privilegios y no quieren perderlos, y de otra por quienes ya los perdieron
o nunca los han tenido; todo el engranaje político nacional ha estado (y sigue
estando) interpretado a la luz de quienes conservan una esperanza y trabajan en
pro de ella, y de quienes sólo toman y se van con la oportunidad que trae cada
encargo político.
Sin embargo, la autora toma un lugar,
y a pesar de su visión apesadumbrada del escenario, propone en forma objetiva
lo que nos parece una serie de objetivos, son cinco, y ellos se encauzan a
señalar el ‘qué’: especificidades del desarrollo, el ‘dónde’ y ‘cuándo’:
refiriéndose al contexto, el ‘cómo’: formas y espacios de expresión de los
conflictos. El ‘quién’: los escenarios y los actores del proceso de desarrollo.
Y finalmente un ‘para qué’: otorgar un lugar de primer orden a lo político como
proceso de constitución de sujetos en actores.
Después de éste planteamiento
metodológico, la autora ubica todo en un escenario superior, envolvente de todo
el devenir local, así, desde la modernización se desea transformar el entorno
material, y desde la modernidad colocar
al hombre como centro del mismo. Al aludir al cambio desde ambos ámbitos, se
analiza la interacción entre ellos, sus particularidades y limitaciones
conceptuales y fácticas, se menciona su ‘divorcio’ y sus consecuencias.
Posteriormente la reversibilidad del proceso de modernización, sus efectos en
la economía y en la política que causaron la fractura de la idea de progreso y
llevaron a la democracia y autonomía a una categoría de ideario. Si bien sí
hubo un ‘divorcio’ entre un proyecto de modernidad y la modernización, ésta
última iba en avanzada, producto de la interacción hegemónica de sus actores y
sus intereses políticos y económicos, que aunque no separada de la acción del
estado, tampoco estaba subordinado a éste.
Analizado de forma cronológica desde
1930 a 1980 y de allí a la fecha del
texto, 2001, y segmentado en dos sectores; el problema agrario y el desarrollo
industrial, se analiza a los actores en el devenir político, económico y social
y se interpreta la realidad histórica dándole a cada uno de sus participantes
su lugar en el escenario. Siempre hay algo latente: un papel secundario en la
intervención del estado.
¿Por qué el Estado presenta un papel
de ausente en tantos lugares de la geografía?
¿Puede el Estado hacer la diferencia
en el engranaje socioeconómico cuando sus poderes responden a los intereses del
encargo político de cada administración?
¿A qué responde la actuación del
Estado cuando restringe su acción en favor del sector privado si esto le impide
socializar los beneficios, los recursos y la riqueza?
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