sábado, 21 de mayo de 2016

La decadencia española. “El pensamiento colombiano en el siglo XIX”, Bogotá: Editorial Temis, pp. 3-19. Juan Duarte - Sergio Jimenez

Jaramillo Uribe: La decadencia española. “El pensamiento colombiano en el siglo XIX”, Bogotá: Editorial Temis, pp. 3-19.

Juan Pablo Duarte Rua
Sergio Antonio Jiménez Ruiz


“Si en España hubiera sido menos pródiga la guerra y más económica la paz, se hubiera levantado con el dominio universal, pero con el descuido que engendra la grandeza ha dejado a las demás naciones las riquezas que la hubieran hecho invencible. De la inocencia de los indios las compramos por la permuta de cosas viles; y después no menos simples que ellos nos las llevan los extranjeros, y nos dejan por ello el cobre y el plomo”

A través de los siglos XVII y XVIII se fueron desarrollando diferentes cambios sociopolíticos en Europa que conllevarían a la “caída” del imperio español, esto desembocó en centenares de ensayos y escritos de pensadores españoles y americanos, éstos últimos en la búsqueda por una autonomía frente a esa hegemonía incapaz de mantenerse y ahora evidente dueña de defectos en su organización económica.

El cambio de Edad supondría el inicio en la redefinición de los principios económicos y políticos basado en la industrialización y el capitalismo impulsado por un nuevo tipo de hombre, el burgués; él impondrá a través de la historia su forma de vida sobre la nobleza de los países europeos, creando descomposición social por un lado y por el otro una clase de fusión o equilibrio móvil.

El paladín español idílico, como fue descrito por Manuel García Morente, se encontró cabalgando con fuerza renovada en el paradigma geopolítico, y los principios burgueses por los que el mundo empezaba a definirse se quedaban rezagados en la romántica España. Este paladín, tan ajeno de la labor mundana y sin trascendencia, apático por el esfuerzo económico e impulsado por los tesoros  del Nuevo Mundo, se elevaba hacia un “más allá mágico”, donde emprendió la campaña cristiana que si bien gloriosa, le condenó a la “exclusión como gran potencia de la historia universal ulterior”. Las ingentes riquezas del Nuevo Mundo eran la cortina de humo de la crisis agrícola de un Imperio que se quería ver a sí mismo como el bastión del ideal romántico cristiano, y para cuando empezaron a meditar sobre ello, la ventaja ya se había desvanecido entre los dedos del costoso paladín, burocrático y tan cercano a la providencia.


¿Qué tanto heredamos de la madre patria la cultura del aventurero?, ¿Es nuestra naturaleza bélica producto de esto?


Los ideales y valores de la iglesia católica, ¿Promovieron el pensamiento antiburgués y la falta de industrialización en Colombia?

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