JARAMILLO URIBE, J. (1982), LA DECADENCIA
ESPAÑOLA EN “EL PENSAMIENTO COLOMBIANO EN EL SIGLO XIX”, BOGOTÁ: EDITORIAL
TEMIS, PP. 19-39.
Estudiantes Catalina
Monsalve y Angela M. Murillo Hernández
16 de febrero de 2016
16 de febrero de 2016
“Estos son los males
que han nacido del descubrimiento de las Indias; y, conocidas sus causas, se
conocen sus remedios. El primero es que no se desprecie la agricultura en fe de
aquellas riquezas, pues las de la tierra son más naturales, más ciertas, más
comunes a todos; y así es menester conceder privilegios a los labradores y
librarlos de los pesos de la guerra y de otros”. Empresas, ed. Cit., Vol. III,
LXIX, pp. 204, 206 y 209. En J. Jaramillo Uribe, La decadencia española.
En la España
renacentista, con el descubrimiento de América, se vivió una situación
paradójica, pues mientras que se veía decaer políticamente a nivel mundial,
conquistaba y fundaba un gran imperio colonial. Este hecho hizo que los
españoles perdieran de vista su avance tanto económico como político y en
consecuencia desaprovecharan su gran potencial de producción agraria junto con
los bastos recursos provenientes de las colonias americanas bajo su dominio.
Así pues, de la misma
manera en que un hijo sigue la conducta de sus padres, nosotros los colombianos
estamos siguiendo los pasos de nuestros antiguos colonizadores. Aunque Colombia
a lo largo de la historia siempre se ha caracterizado por ser un país
agricultor y actualmente lo sigue siendo, la realidad es que ahora hemos
perdido la importancia de la agricultura tradicional y de los recursos
naturales que poseemos. Estamos menospreciando todo esto a tal punto que:
desterramos a los campesinos de sus tierras, sobre explotamos los suelos hasta
dejarlos infértiles, vendemos y desperdiciamos nuestros recursos naturales, le damos
prioridad a los productos extranjeros sobre los nuestros, entre otras cosas.
De esta forma tenemos que lo que originó la
decadencia española está causando nuestra perdición; es decir, el menos precio
de las leyes naturales a costa de la priorización del enriquecimiento
económico. Sin embargo, no todo está perdido, podemos modificar todo esto
previniendo el mañana y teniendo consciencia de nuestra historia para así
cambiar el rumbo de nuestros actos.
¿Por qué los sucesos históricos tienden a repetirse?
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