sábado, 21 de mayo de 2016

Síntesis de “Colombia: violencia, democracia y derechos humanos”. Énfasis en la democracia. Angela Murillo - Catalina Monsalve

Universidad Nacional de Colombia
Facultad de ciencias humanas
Asignatura problemática social colombiana

Síntesis de “Colombia: violencia, democracia y derechos humanos”.
Énfasis en la democracia.

Estudiante Angela Marcela Murillo Hernández
Código: 25352314
T.I. 98102454715

En el libro Colombia: violencia, democracia y derechos humanos, Estanislao Zuleta habla de los antecedentes, precursores del estado colombiano actual, de la condición de Colombia. Entre los precedentes está la violencia de mitad del siglo XX en la que los movimientos defensores del campesinado, se ven en la necesidad de huir a territorios en los que el Estado no se manifestaba de forma alguna; allí acentuados, se formaron más adelante, en los sesentas, las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Por esta misma década se da un alza en la delincuencia común junto con grupos de vándalos. Más tarde, sin que estos grupos desaparecieran, aparece una nueva guerrilla, inspirada en la revolución cubana, el ELN (Ejército de Liberación Nacional). Además, entre 1965 y 1978, se agrega el EPL (Ejército Popular de Liberación) para conformar las guerrillas. Todas éstas fallaban en justificar las tendencias represivas del Estado y la permanencia crónica del “Estado de sitio” y también en que dificultaban la formación de una izquierda democrática y reformista.

Estas diversas fuerzas son convocadas por la debilidad del Estado. Ya que si el Estado desde un principio hubiese sido consecuente con sus visiones y hubiese, a su vez, apoyado la no promulgación de una liberación de fuerzas, los diversos frentes guerrilleros no se habrían originado. Pero luego de que surgieron, el Estado como ente que debería garantizar el bienestar de su pueblo, no estuvo lo suficientemente presente cuando las poblaciones eran desplazadas por temor o llevadas forzosamente a participar en estos “ejércitos populares”.

Por otro lado, el narcotráfico surgió en los ochentas como un fuerte influjo en todas las formas de representación del poder. Este surge como una fuente de ingresos, pues las poblaciones que estaban muy alejadas del centro del país, sin presencia del Estado y muy mal conectados, no tenían forma de sostenerse. Por lo que los interesados, con la llegada de la marihuana y la coca, fueron directamente a estos alejados lugares a ofrecer a todas aquellas personas una forma de ingresos fácil para vivir bien. El narcotráfico suple una función que debió cumplir el Estado. Gracias a esto, las guerrillas, en especial las FARC encontraron una novedosa, amplia e inesperada fuente de ingresos que le permitió importar armas modernas en gran escala y multiplicar sus recursos.

Actualmente, Colombia sigue presentando múltiples problemas, que aparentemente siguen siendo los mismos, tan solo han evolucionado con nuevas representaciones: las guerrillas, el narcotráfico, la corrupción, la indiferencia de los colombianos, las muertes políticas, y a pesar de todo esto no sabemos a ciencia cierta la verdadera magnitud que ha tenido la violencia en Colombia. Además de la violencia y el conflicto armado, el nuevo latifundio creció de manera elevada, mientras las reformas agrarias se deterioraban cada vez más, dejando a la economía del país en extrema vulneración frente al terrorismo económico. Colombia necesita un Estado que proteja y defienda los derechos humanos, brindándoles la posibilidad a los ciudadanos de ejercer dichos derechos, un Estado que no sea acusado de corrupción, y lo más importante, que promueva la participación democrática.

Ahora enfocándonos es la democracia, Zuleta comienza aclarando que la democracia no pertenece a las tradiciones de izquierda, pues las tradiciones de izquierda son sustentadas por el marxismo, el cual no es un pensamiento democrático. Sino que por el contrario, en su desarrollo político se crearon partidos únicos que impidieron la pluralidad sometiendo al pueblo a sus ideas como una verdad absoluta. Pues según Zuleta hay en el marxismo una manera de concebir la historia como una religión, una orientación teleológica, de este modo, la conversión de la historia en religión impidió el ejercicio de la crítica estableciendo un pensamiento absolutista basado en la verdad autoritaria de un partido universal. Finalmente la tradición marxista-leninista, ve a la democracia como una máscara del capitalismo, por medio de la cual, éste domina y explota.

Un importante obstáculo para la democracia es que hay sociedades que se autodenominan democráticas, pero que son muy injustas, en donde se da una distribución inequitativa de los ingresos y riquezas y hay toda clase de injusticias, en realidad solo se realizan unas pocas “prácticas democráticas” como la votación comunal por un candidato político. Éstas son sociedades en las que la democracia se convierte y se reduce a mecanismos procedimentales y unos derechos formales, que se quedan exclusivamente en el papel, ya que la injustica e inequidad causan que no haya la posibilidad de ejercer tales derechos. Por todo lo anterior se puede llegar a que  defender la democracia es igual a defender las sociedades injustas.

Según Zuleta, en la democracia se encuentran implícitos los derechos humanos, donde los hombres realmente no nacen libres ni iguales ya que siempre nacemos bajo ciertas condiciones sociales, económicas, políticas que los dividen en clases, razas y otras características que no elegimos, considerando así los derechos del hombre incomprensibles donde pone múltiples ejemplos del no libre desarrollo de la libertad y sus diferentes formas como la libertad de expresión. Así mismo una de las ventajas de la democracia es que nadie ocupa el poder por derecho de propiedad, sino por la delegación transitoria, donde el poder se conquista, reconquista o se pierde.

El autor plantea dos formas de combatir la democracia, por medio del racionalismo y el irracionalismo. La oposición racionalista es dada desde Platón, el cual en su tiempo veía la democracia de una forma lineal donde el poder debería ser exclusivamente de los sabios, los filósofos, haciendo así una crítica a la democracia, ya que dice que la posesión de poder sin control suele resultar en el abuso del poder. Sin embargo, el pueblo a través de la participación puede adquirir ésta sabiduría y tomar decisiones con conocimiento, lo que sería un verdadero y legítimo proceso democrático.

Otro punto importante es que el diálogo impulsado por las masas resulta decisivo en la toma de decisión de un país, resultando más efectivo que las fuerzas armadas. El diálogo es uno de los elementos de supervivencia de la humanidad pero solo en la medida en que ese dialogo sea efectivo para sus partes. La finalidad de diálogo no es pensar de la misma manera, eso es imposible. El diálogo racional es por medio del cual el hombre aprende la noción de igualdad, donde se pueden ver puntos de vista diferentes y se busca a través de la argumentación mostrar eso que se cree como verdad, teniendo en cuenta que puede no serlo y que las verdades absolutas no existen. Para poder entrar en un sistema de democracia se debe salir del maniqueísmo y dialogar en términos de igualdad.

El autor expone también que la democracia  requiere un mínimo de condiciones para poder darse. Como requisito fundamental están los derechos humanos que no sirven solo en el papel, éstos deben trascender a toda la sociedad en todos los niveles (económico, político y cultural), por lo que los derechos humanos no sirven por si solos, se deben acompañar con posibilidades efectivas para realizarlos, la democracia requiere igualdad de posibilidades.

Para poder entender las dinámicas de la democracia se debe iniciar por entender cómo los hombres se relacionan. El hombre es un conjunto de relaciones e intercambios lingüísticos, pero esa relación no es sinónimo de igualdad y por lo que se deben cumplir con ciertas bases como el respeto que permite el flujo del saber con el fin único de la participación  y búsqueda de beneficios colectivos y no particulares. Por lo que se puede decir que la democracia trae consigo la búsqueda de la desaparición de una cultura violenta, el crecimiento de la ganancia de la reciprocidad y el respeto en la cultura, que lleva a la búsqueda de un discurso  con unos elementos clave para crear ese canal de comunicación con altos niveles de respeto e igualdad.

Para lograr la construcción de un ambiente propicio para la democracia, la forma del Estado que existe debe cambiar pasar del monopolio de la fuerza (Estado débil), al estado de la democracia (Estado fuerte), en donde los ciudadanos no tenga miedo de pensar por sí mismo,  de expresar  lo que piensan ni de tomar acciones necesarias en defensa del bienestar colectivo. Kant plantea que para realizar una reforma en la manera de pensar se requiere esencialmente la libertad de hacer uso público de la razón, siempre obedeciendo las normas públicas, obedecer es esencial, ya que ninguna sociedad funciona sin normas. A partir de esto Kant cree que se puede fundar una sociedad democrática.

El autor acude a Kant pues la democracia pasa por la racionalidad, y se define en términos de esta última. Pero hace énfasis en señalar que la racionalidad y la virtud en medio del poder se transforman en una verdad absoluta que termina siendo muy peligrosa. Como lo ocurrido con Carl Marx y Thomas Mann, quienes a pesar de su individualismo o maniqueísmo,  que inicialmente no comprendieron la importancia de los derechos humanos en sus discursos.


Finalmente, el mensaje que creo que transmite Estanislao Zuleta es una invitación a la defensa del derecho a diferir,  una invitación para apropiarnos de la situación actual, sintiendo y pensando los problemas, siempre en la búsqueda de cambios por los mejores medios, que luchemos por una sociedad colombiana más justa e igualitaria, que podamos pasar de la violencia hacia la paz, para fortalecer y enriquecer nuestra cultura.

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